Más allá de la evidente emoción que acompaña la lectura de todo lo escrito por ustedes muchachos, me alegra que cada uno de ustedes está abriendo sus alas para volar hacia sus siguientes destinos… Allá donde habrá nuevos desafíos y más cosas que aprender.
Matías, Fabián, Lester, tienen un camino enorme por delante…